viernes, 24 de junio de 2011


Si me concentro, puedo escuchar el sonido de tu aliento golpeando el fondo de la taza cada vez que bebes un sorbo de café...Puedo detener el tiempo, congelando tus labios sobre el borde de cerámica, en un beso infinito que quema incluso al sol...

(Foto y texto propios).

viernes, 18 de marzo de 2011



Espérame
allá no más cimero,
nel requexu blancu d'una ñube
ande nadie seya p'alcontranos.
Espérame
ande'l tiempu caleya ensin reló
y les hores nun fieren al pelleyu.
Espérame
nesi llugar
ande'l día y la nueche son collacios,
ande'l silenciu canta adomercíu
y nun manca'l dolor
y too calla,
ande se besa'l polvu
y xúncese n'abrazos.
Espérame
y fai, mentantu,
un llar d'espluma con un teyàu de cielu,
baxu'l rayín encesu d'una estrella,
ande l'aire nun esparda nin tarace
el to cuerpu y el míu
de povisa.



Poema de MªTeresa Gonzalez.

miércoles, 16 de marzo de 2011





Con los pies fríos, las manos calientes y un orzuelo en el ojo abandono mis 28 con un leve olor a nostalgia, leve y agradable, como el tacto de una pluma. Hace tiempo dejé atrás el miedo al paso del tiempo. No me hacía ningún favor a mí misma ahogarme en los días, analizar si mi vida era lo suficientemente perfecta para la edad que tenía, si había llegado ya lo que tenía que (tocaba) llegar. Tal vez esa sensación de estancamiento, de no avanzar, estuviera acrecentada por la falta de otras muchas cosas que nada tienen que ver con el paso del tiempo. Mis dos últimos años me han enseñado que nada es tan importante como trabajar la ilusión. Una vez encaminados en eso, el resto va rodado.
En los minutos que he pasado escribiendo este texto, he entrado en los 29. Estoy llena de amor, sé quién está a mi lado y quién no, tengo un trabajo que me ilusiona y me permite vivir (peor que mejor, pero vivo), hay un viaje que en dos meses se hará realidad y conservo las ganas de aprender mil cosas y hacer mil proyectos. No todo es bonito.Entro en los 29 con alguna espina en mi alma: desilusiones, personas que por más que quiera, no están. Pero como dice Calamaro hay que saber encajar. Y como dice Bucay, hay que aprender a soltar. No sé qué comen estos argentinos que son tan sabios, pero el caso es que tienen razón. Y ahí sigo practicando,sigo aprendiendo a soltar...sigo aprendiendo a encajar...
No voy a negar que este número impar me da respeto,pero desde que dejé de preocuparme por el tiempo la vida sólo me ha traído cosas buenas, y algo me dice que me quedan muchas otras cosas maravillosas por vivir, así que puedo decir que los primeros minutos de esta nueva edad los abarco con una sonrisa y mucha esperanza en ver grandes y pequeños sueños por cumplir. Bienvenidos,veintinueve =)

sábado, 5 de marzo de 2011



Satisfacción: "sentimiento de bienestar que se siente al cubrir una necesidad o deseo". Y ahí está el quit de la cuestión. Se siente al cubrir una necesidad o deseo. ¿Qué deseamos entonces? Cuales son los momentos en que más satisfacción sentimos? Cuando veo a mis amigos sonreir, cuando tienes constancia del trabajo bien hecho, cuando logras alcanzar un objetivo, cuando mis padres se abrazan, cuando le brillan los ojos a la persona que quiero al mirarse en mí...Y sobre todo, siento esa satisfacción cuando todas estas cosas derivan de una o de varias de mis acciones. Estar implicada en la consecución de la sonrisa de mis amigos y del brillo en los ojos de mi chico, es lo que realmente me aporta esa satisfacción. No es lo mismo que yo no esté implicada y el suceso aparezca igual. Necesito empaparme hasta la médula,buscar acciones que desencadenen felicidad, y sonrisas como esta son las que me hacen feliz. Qué importante es mojarse,pelear para hacer cosas bonitas, luchar contra el pasotismo y la apatía, y hacer feliz a la gente. Sobre todo a la que quieres...

sábado, 26 de febrero de 2011




Por el placer de las cosas pequeñas...

Por el olor de la ropa limpia...

Por el calor de un abrazo sincero...

Por el sonido del teléfono cuando espero...

Por las imágenes con que no se olvidan...

Por las ganas de futuro...


...porque mi bichín vuelve a tener ojos. Y está limpio como el primer día. Porque las cosas más tiernas, se inspiran en tí

viernes, 4 de febrero de 2011

Pequeño teatro.




Pequeño teatro. Además del título de un libro que me ha regalado una gran amiga, es también una actitud. Todo mentira, no os vayais a pensar. Es la vida de un títere, de un payaso que se queda sólo, de una persona que muestra que rebosa, pero se hunde en su soledad. Y no, no es el argumento del libro. Es el pequeño teatro de mi realidad. El que veo más a menudo de lo que me gustaría, del que no formo parte y no formaré jamás.
Me llena de curiosidad y de lástima a la vez la necesidad de mostrar lo que no se tiene. Reir sin ganas, a carcajadas, llenarse de amigos que apenas recuerdan tu nombre y mostrar en cambio una felicidad inexistente que se desvanece en cuanto el silencio y la mínima rutina aparecen por la puerta. Son las muñecas rotas las que entre vapores de perfúmenes caros y subidas al trono de sus tacones, se beben las calles rodeadas de risas y perversas intenciones, creyendo y haciendo creer que su vida es, por un momento, perfecta; y perdiéndose en su propio caos cuando llega el día. Un teatro, al fin y al cabo. Exponer ante el mundo un alma llena de engaño, de desconfianza, un sistema de defensa tan adictivo como la mejor de las drogas. Mostrar, mostrar. La sonrisa perfecta.
Con la luz del día aparece su colección de cosas inacabadas. Incluso sus recuerdos lo están. Algunas se prolongan en el tiempo, otras consiguen por fin ser resueltas. Esas son las más afortunadas. Pequeñas y grandes cosas, sueños inalcanzables, metas que se encuentran muy lejos de la probabilidad. Todo es blanco o negro, no hay medias tintas, no hay un estado neutro. O se ríe, o se llora. Y esos sueños se van perdiendo, esas metas se quedan en el camino, esas promesas de crecer se quedan en un par de intentos...y se vuelve a la eterna rueda del pequeño teatro...